La clarividencia se manifiesta en el cuerpo de varias formas. A menudo, las personas que tienen habilidades clarividentes experimentan cambios en sus niveles de energía y pueden sentir la presencia de espíritus o energías que no son perceptibles para las personas que no tienen estas habilidades. Otras personas pueden sentir una sensación de hormigueo o calor en su cuerpo cuando reciben información extrasensorial.
De todas maneras, muchos hombres y mujeres se presentan como clarividentes y hasta cobran una tarifa por consulta o pedido. Estos clarividentes suelen recurrir a bolas de cristal, cartas y otros objetos para acceder a la información que, según afirman, solo ellos pueden percibir o interpretar.
También hay ejercicios específicos que pueden ayudar a desarrollar la clarividencia, como realizar ejercicios de visión periférica y trabajar para desarrollar la atención plena y la capacidad para centrarse en el momento presente.
Otro nombre habitual con el que se relaciona a un clarividente es el de vidente. Las personas que desarrollan las capacidades de clarividencia pueden utilizar, aunque no siempre como requisito indispensable, herramientas complementarias como cartas de tarot, oráculos, bolas de cristal o variados artefactos que, supuestamente, actuarían como canales que les permitirían expresar su capacidad innata.
Medio de transmisión, de acuerdo con el principio de causalidad, para que un evento sea observado se requiere que algún tipo de entidad material sea transmitida desde la fuente al observador. La clarividencia requeriría que algún tipo de partícula product o señal fuese propagada desde el futuro hacia el presente.
Quienes la practican describen sus experiencias como una forma de «ver» con el ojo de la mente, obteniendo información que no está disponible a través de los sentidos fileísicos.
La clarividencia nunca ha sido probada de manera concluyente por la ciencia. Esto se da a pesar de tratarse de un tema que ha fascinado a la humanidad durante siglos y haber sido objeto de debate y especulación en diversas culturas y épocas.
Silencio y escucha interna: Dedica tiempo a estar en silencio y escucha internamente. Presta atención a los sonidos sutiles o voces que puedan surgir en tu mente. No descartes ninguna experiencia auditiva, incluso si parece insignificante en un principio.
Si alguna vez has sentido que de repente te llega a la cabeza información de la nada y recibes una guía o conocimiento que en tu corazón sabes que es verdad, es posible que seas clarividente. Esto es lo que afirman los psíquicos.
A continuación vamos a descubrirte qué es la clarividencia para que puedas conocer mejor este tipo de don y las técnicas que se suelen llevar a cabo para poder explotarlo y aprovecharlo al máximo.
Además, algunas personas han informado que han tenido experiencias negativas con entidades o espíritus que no han podido manejar adecuadamente.
Las personas pueden interpretar eventos coincidentes como evidencia de sus habilidades clarividentes, porque quieren creer lo que les dicen, sobre todo cuando se trata de promesas de éxito.
Técnica facial: se trata de una técnica que se tiene que realizar con dos personas. Una se coloca enfrente de la otra y, entonces, uno deberá cerrar los ojos y el otro mantener la mirada fija en una zona del rostro de forma totalmente inmóvil.
Recuerda que la clariaudiencia es una habilidad que se desarrolla gradualmente. No te desanimes si no experimentas resultados inmediatos. Mantén una actitud receptiva y de confianza en tu capacidad click for more info para recibir mensajes sutiles.